Es un proceso por el cual un material es transformado en
un bien o un servicio presenta diferentes características:
Es DINÁMICO porque se transforma permanentemente
de acuerdo con las demandas sociales, los cambios en la base técnica, los
nuevos conocimientos que son incorporados a una parte del proceso; todos sus
componentes se relacionan entre sí y, en conjunto, logran su propósito, por lo
que requiere de la incorporación de mejoras y transformaciones que afectan a
todo el proceso, es decir, a todo el sistema.
La visión sistemática de la producción de un bien o
servicio significa que todas las actividades están relacionadas y cualquier
cambio, transformación o innovación que se incorpore a cualquier parte del
proceso, afectaría a la estructura general del mismo, pues en los sistemas no
hay partes aisladas.
Un ejemplo sería la elaboración de muebles, la
introducción de nuevos materiales modifica todo el proceso de fabricación, pues
cambian las técnicas, los insumos, los tiempos de trabajo, los conocimientos de
los trabajadores, los costos de producción y venta, etcétera.
El
proceso de innovación técnica en el desarrollo de los procesos productivos
Para decir qué tipo de características tendrá un bien o
servicio, es necesario hacer un análisis del
mismo. Se puede analizar desde distintos aspectos, por ejemplo, el morfológico,
el estructural e incluso el económico, social o histórico. Esto depende del
objetivo que se persigue como productor y lo que se pretende con el producto.
Para efectuar un análisis correcto y que sea lo más
completo posible se debe dar respuesta a una serie de preguntas.
·
¿Qué necesidad va a satisfacer?
·
¿Existen otros productos que satisfagan esa
necesidad?
·
¿Cómo se ha resuelto esta necesidad a los
largo de la historia?
·
¿Qué productos tuvieron éxito y por qué?
·
¿Qué forma debe tener mi producto?
·
¿De qué material debe estar hecho?
·
¿Cuántas piezas debe tener?
·
¿Cómo se deben relacionar las piezas entre
sí?
·
Deben ser del mismo material?
Las respuestas a estas preguntas suelen ser utilizadas
para decidir qué tipo y qué cantidad de piezas requiere un producto, los
materiales que se usarán para su manufactura, así como los pasos o etapas para
ensamblarlo.
Es importante considerar otras etapas del proceso de producción.
Una de ellas es la que está asociada con la transformación
de la materia prima.
Otra etapa que debe considerarse es el almacenamiento,
pues en ella se decide la cantidad de bienes que se producirán, el lugar donde
se almacenarán y los factores asociados con su comercialización.
Finalmente, inmersos en todo este proceso de análisis
también se encuentran el costo de
producción del cual depende el precio del producto; la calidad del mismo, ya que ofertar una mejor calidad favorece la
comercialización; y la confiabilidad,
que es otro tipo e de garantía ofrecida por un proveedor.
Para garantizar el éxito de un producto debe hacerse un análisis,
minucioso, de cada uno de los componentes que intervienen antes, durante y
después de la producción. A esto se le conoce como análisis sistemático.
Una vez terminados estos estudios se analiza la
información y se elaboran bosquejos o, de ser necesario, prototipos del que
será el nuevo producto. Luego, una vez más, se hace una evaluación de su
potencial comercial y, de ser aprobado, comienza la producción en serie y la
comercialización.
Cuando el producto está a la venta, se hace un análisis
de las ventas y de la opinión de los compradores. Como resultado de éstos, el
productor decidirá si continúa la producción de su bien o servicio, le hace
modificaciones o introduce novedades.
Actualmente existen, numerosos productos o servicios para
satisfacer una misma necesidad, cuya diferencia es la innovación en el diseño,
la forma o el color. Un ejemplo sería las tazas de baño.
Me parece muy interesante para quienes elaboran y comercializan un bien o servicio hacer un análisis profundo anticipado y asegurarse que sin duda tendrán un buen resultado.
ResponderEliminarRocío Moreno.